Cuando era pequeña, recuerdo que pasaba largas temporadas en mi pueblo y siempre dormía con mi abuela. Se pasaba horas y horas rezando y le encantaba enseñarme más y más oraciones.
Después, cogimos la costumbre en mi casa, de que siempre antes de dormir rezabamos mi padre y yo. Algo muy curioso es que el me enpezaba la primera palabra y yo seguía. Es algo que siempre lo recordamos con gran añoranza.
Os dejo algunas de estas oraciones:
Cuatro esquinas tiene mi cama,
cuatro angelitos me hacen compañía.
Y me dicen duerme y reposa
y no pienses en ninguna mala cosa.
que yo te acompañaré
y los angelitos también.
Niño Jesús, ven a mi cama
dame un besito y hasta mañana.
Jesusito de mi vida,
eres niño como yo
por eso te quiero tanto
que te doy mi corazón.
Tomalo, tomalo, tuyo es
y mío no.
Santa Barbara bendita,
que en cielo estas escrita,
con papel y agua bendita,
en el arco de la cruz,
amén Jesús, amém Jesús, amén Jesús
(Esta oración se decía cuando tronaba).
Me han traído muchos recuerdos de mi infancia estas oraciones, que rezaba con mi madre por las noches, un saludo.
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